miércoles, 10 de octubre de 2018

Papás divorciados: qué hacer cuando entra una pareja nueva

En la actualidad cada vez son más las parejas que deciden separarse o divorciarse, reconstruyendo a menudo sus vidas con otras personas. Desafortunadamente, cuando hay niños la cosa suele complicarse un poco. ¿Cómo van a llevar el cambio de la dinámica familiar y la entrada de gente nueva? ¿Qué podemos hacer para que acepten la nueva situación y a nuestra pareja? Vamos, ¿cual es el mejor curso de acción? Lo primero, armarnos de comprensión, cariño y paciencia. Lo segundo, darle a Leer más.


Algo que debemos tener muy en cuenta es que a menudo lo que para nosotros parece un nuevo comienzo para ellos es el principio del fin. Ver que has encontrado una nueva pareja y reconduces tu vida en otra dirección es la confirmación de sus temores de que el anterior matrimonio no volverá a juntarse. Esto, sumado a la imagen que tenemos en el imaginario popular gracias a Disney de los padrastros/las madrastras como malvados, hace que no resulte para nada sorprendente que las más de las veces no estén especialmente dispuestos a aceptar a alguien nuevo. 

Que los jóvenes rechacen a la nueva pareja como un rival o alguien que busca substituir al otro progenitor es de lo más habitual, y nuestra respuesta será importantísima. No debemos caer nunca en sus provocaciones ni presionarles para que acepten incondicionalmente a la otra persona. Es mucho mejor que ya antes de presentársela nos sentemos con nuestros hijos a hablar con ellos tranquilamente, explicándoles cómo es la persona con la que estamos ahora, cuales son sus gustos y sobre todo dejarles claro que nuestra nueva pareja no pretende ocupar el lugar de papá/mamá, y que tampoco debe llamarla de ese modo si no quiere.

Esto también se aplica en la otra dirección. Nuestra pareja no tiene por qué querer a nuestros hijos nada más verlos, y es posible que su relación nunca pase de una fase de respeto mutuo. Nuestra función no consiste en ser el pegamento entre ambos, sino hacerles entender que todos formáis parte de vuestra vida aunque no tengan por qué generar una relación emocional nada más conocerle. Esas cosas llevan tiempo y confianza, y serán ellos mismos quienes decidan cómo ha de ser su relación conforme pasen los meses.


Por último, el otro gran factor a tener en cuenta es cuando ambos miembros de la pareja tienen sus propios hijos. Al igual que con nuestra nueva pareja, lo primero que debemos de recordar es que nunca debemos obligarles a que se quieran. Por supuesto que han de respetarse, pero nada más. Las relaciones llevan tiempo y contacto, y obligarles a que sean los mejores amigos solo servirá para conseguir el efecto contrario. Del mismo modo, las manifestaciones de celos y rabia son algo común que no debemos censurar, sino dejar que las expresen e intentar escucharles y hacerles ver que no es verdad, sino que estamos a su lado como siempre y que nuestro amor por ellos no cambiará. 

Los divorcios siempre son complicados, especialmente para los más pequeños de la casa. Con todo, tomando las medidas necesarias podemos convertir este duro trámite en una oportunidad para todos de mejorar la situación que nos rodea.

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