miércoles, 15 de noviembre de 2017

¿Qué son las altas capacidades? ¿Y ser superdotado?

Desde que realizamos en Talos las pruebas de detección de jóvenes con altas capacidades (vamos, el cociente intelectual de toda la vida) nos hemos encontrado con que muchos padres no tienen del todo claro a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de ellas. ¿Es lo mismo que ser superdotado? ¿Significa que eres como uno de los protas de The Big Bang Theory? ¿Son algo absoluto o se pueden entrenar? Hoy intentaremos responder un poco a esas cuestiones.


Tradicionalmente, la imagen que se tenía de la inteligencia es que era algo unitario e intrínseco a cada uno de nosotros, la cual se manifestaba en diferentes grados según la persona. No fue hasta 1983 que el psicólogo Howard Gardner propuso su hipótesis de las inteligencias múltiples, modelo que contempla la inteligencia como una red de conjuntos autónomos interrelacionados, un potencial biopsicológico que...

...ejem. Gardner decía que no tenemos una única inteligencia, sino varias inteligencias que pueden desarrollarse más o menos gracias a la educación que recibamos, la sociedad en la que vivimos y las experiencias que afrontamos. Así, si bien el talento innato es importante, nuestras capacidades serán en gran medida potenciadas (o desaprovechadas) en función de cómo sean los primeros años de nuestra vida. 

Resulta de especial importancia entender que la superdotación no es una característica, sino una forma de ser. Los niños superdotados perciben más información de la que son capaces de procesar, lo que les puede hacer sentir aislados en un entorno hostil que no logran entender. Del mismo modo, a menudo poseen intereses diferentes a los de otros niños de su edad, teniendo también problemas con sus padres, quienes no saben que su hijo es distinto e intentan que se comporten como uno más. Ésto, como ya supondréis, es una fuente constante de conflictos e infelicidad para el menor. 

Como guinda, la gran mayoría de los superdotados nunca descubren que lo son, viviendo sin sacar el máximo partido al inmenso talento que poseen. Entre el 10 y el 15% de la población española posee altas capacidades, pero el propio Ministerio de Educación admite que apenas el 3% es identificado como tal (cifra que varias asociaciones critican por ser demasiado optimista). Resulta de lo más habitual que durante la Educación Primaria los jóvenes aprueben todos los cursos sin esforzarse y se aburran en clase, no generando hábitos de estudio de ningún tipo. Así, una vez alcanzada la ESO/Bachillerato, muchos suspenden y/o repiten curso, sufriendo serias dificultades para establecer un hábito de trabajo a esas alturas de la escolarización. Dado que los profesores asocian altas capacidades a buenas notas, a menudo tratan a estos jóvenes como vagos o fracasados, haciendo que crezcan con un sentimiento de impotencia y frustración, llegando incluso a sentirse tontos y no confiar en sus propias capacidades.



Otra particularidad es la hipersensibilidad sensorial. Explicado rápidamente, estos jóvenes presentan una consciencia elevada de los 5 sentidos, lo que les permite experimentar con mayor intensidad todo lo que les rodea (olores, sonidos, tacto...). Una queja muy habitual es que les pican las etiquetas de la ropa, que no pueden dormir porque hay mucho ruido o negarse a comer X alimentos por pequeñas diferencias en la receta. A su vez, también poseen respuestas especialmente afectivas hacia aquello que les gusta, acariciando mucho materiales que les resultan agradables o llegando a empacharse de comidas que les encantan. 


Esta hipersensibilidad también aparece en sus respuestas psicomotrices, siendo niños muy movidos, llenos de energía y que necesitan estar constantemente haciendo cosas, ya sean físicas o mentales. Esta es la razón de que que se les suela diagnosticar (erróneamente) con Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA-H), sobre todo tras empezar la escuela. Con todo, un niño con TDA-H tiene dificultades para mantener su atención en todas las actividades en las que participa, mientras que los superdotados solo lo son ante cosas que no les interesan (las clases, por ejemplo). 

Ahora bien. Hasta ahora hemos hablado casi en exclusiva de superdotados, pero... ¿es lo mismo poseer altas capacidades que ser superdotado? No exactamente. En un contexto informal es bastante común mezclarlos y utilizarlos indistintivamente, pero si nos ceñimos a sus definiciones no deberíamos hacerlo. Intentando simplificarlo al máximo y siguiendo el modelo de Renzulli, podríamos distinguir entre:

+Altas capacidades: lo que sería el CI puro y duro (lo que medimos usando test de inteligencia). Se considera que alguien tiene altas capacidades a partir de una puntuación de 130

+Superdotados: además de altas capacidades (talento), presentan una gran creatividad y perseverancia (compromiso) en aquello que se proponen/interesa. 



Un superdotado siempre poseerá altas capacidades, pero no todos los que poseen altas capacidades son superdotados.

Tras identificar a un joven como superdotado (o como persona con altas capacidades) tenemos dos opciones: cambiarle de curso o adaptar los contenidos curriculares a sus necesidades. La primera opción es nefasta. Para empezar, el desarrollo emocional de estos menores suele ser inferior al intelectual (disincronía evolutiva), y poniéndolos con niños mayores suelen generarse problemas. En segundo lugar, lo estamos separando de sus amistades, y ponerle cosas más complicadas (un curso más elevado) no siempre es suficiente para captar su atención o motivarlo. 

Por otra parte, muy pocos centros adaptan sus contenidos para los niños con altas capacidades, y cuando lo hacen suele tomar la forma de horas extraescolares y poniéndoles más deberes. El sistema educativo español dedica más recursos y tiempo a aquellos que están por debajo de la media que los que la superan, y esto impide muchas veces que desarrollen todo su potencial, dado que como cualquier talento cuanto más tardamos en empezar a usarlo menores resultados conseguiremos de adultos. Es por ello que iniciativas como la Unidad de Atención Educativa de Altas Capacidades de la Universidad de Santiago de Compostela son tan importantes y útiles para nuestra sociedad. 

Teniendo todo esto en mente, no resulta sorprendente que antes de cerrar recalce hasta qué punto es importante la detección precoz de la superdotación intelectual y las altas capacidades. En el Gabinete Talos estamos a vuestra entera disposición para responder cualquier duda sobre este tema, así como realizar las pruebas necesarias para conocer el CI de niños y adultos.


Y con esto cerramos por hoy. ¿Conocéis algún caso que os recuerde a esto? ¿Tenéis algún tema que os gustaría que comentásemos en próximos textos? Hacédnoslo saber en los comentarios.

2 comentarios:

  1. Copio la respuesta aquí, que algo ha pasado y se ha publicado en otro post.

    Había datos interesantes que desconocía.

    En España los profesores no están preparados para localizar ni manejar a niños con altas capacidades. Es sistema educativo es nefasto y como dices, hasta dónde sé, en Madrid el único apoyo público de la administración son actividades extraescolares en fines de semana que viene siendo lo que dices.

    Se hace mucho hincapié en hacer una localización temprana, pero luego no recibes apoyo ni indicaciones de las instituciones públicas. Es todo una mierda...

    Los padres que se preocupan por sus hijos en este aspecto, se enfrentan a la desolación. Y tienen que actuar casi a ciegas para dar el apoyo que necesitan sus hijos.

    Pero aquí no acaba la cosa. Yo tengo altas capacidades, soy miembro de Mensa y cuando les pedí un poco de guía sobre como tratar a mi hijo con evidentes altas capacidades no supieron más que repetir la historia de siempre; que es importante localizar casos así y que darles apoyo.... Sin entrar en detalles ... Lo dicho, actuar casi a ciegas.

    En fin, gracias por el artículo Señor Javier Lago

    ResponderEliminar
  2. Buenos días, Saencsa.

    La situación educativa en España hace aguas a muchísimos niveles, demasiados como para enumerarlos todos en un solo comentario. Es una lástima el desconocimiento general hacia las altas capacidades, y cómo parece que hay un mayor interés en poner "parches" que en realmente aprovechar el pleno potencial de estos jóvenes. Lamento oír vuestra situación; ojalá la intervención sobre altas capacidades cambie y en pocos años todo se quede en un mal recuerdo.

    Gracias por el comentario. Un abrazo.

    ResponderEliminar