miércoles, 31 de enero de 2018

¿Qué hace un logopeda? ¿Por qué son tan importantes?

Esta semana, para celebrar nuestra colaboración con la excelente logopeda Estefanía Soto, nos salimos un poco de la psicología para hablar de la logopedia, una profesión preciosa que no siempre tenemos claro todo lo que abarca. Si alguna vez os habéis preguntado algo sobre el tema, este es el texto que estábais buscando.



Empecemos por algo sencillo. Exactamente, ¿qué es la logopedia? Se trata de una disciplina científica que evalúa, diagnostica y trata los problemas del lenguaje, el habla, la voz y la deglución. Su finalidad es la prevención, el diagnostico, el pronóstico, el tratamiento y la evaluación de los trastornos de la comunicación tanto en niños como en adultos. Los logopedas son los profesionales sanitarios que realizan todas estas funciones mediante técnicas propias de su disciplina. 

La rehabilitación logopédica se trata de un proceso dirigido a identificar, valorar, orientar e intervenir las dificultades de lenguaje, habla, voz, audición, alimentación, comunicación e interacción. Si bien dedicaremos futuros textos a comentar de manera más extensa algunos de los principales trastornos del habla y aprendizaje tratados por los logopedas, no queremos dejar la oportunidad de destacar algunos de los más comunes.

Trastornos del aprendizaje: Dificultades en la lectura para reconocer palabras escritas (dislexia), en la escritura (disgrafía) y para aprender y recordar procedimientos de cálculo matemático (discalculalia). 

Trastornos del habla: Dificultades en el habla o articulación a causa de los músculos fonatorios (disartria), un uso inadecuado de los órganos de la articulación (dislalia) o por lesiones o malformaciones (disglosia).


Trastornos de la fluidez: Alteraciones relacionadas con la velocidad del habla (disfemia) que pueden incluir omisiones de palabras, repeticiones (taquilalia) y articulación imprecisa (farfulleo).

Trastornos del lenguaje y/o comunicación: Alteraciones en la expresión y/o comprensión del lenguaje, ya sea en la infancia (retraso del lenguaje, trastorno específico del lenguaje) o a consecuencia de lesiones (afasia) o enfermedades.

Trastornos de voz: Alteraciones del timbre, tono o intensidad (disfonía) por motivos varios, como una participación anormal de la cavidad nasal (rinolalia) o la extirpación de la laringe (laringectomía). 

Anomalías bucodentofaciales: Alteraciones en el proceso deglutorio (vamos, la forma en la que ingerimos comida) que pueden provocar problemas en los dientes, oídos y mandíbulas. Pueden suceder por hábitos inadecuados (deglución atípica), alteraciones al tragar (disfagia) o apretar demasiado los dientes (bruxismo), entre otros.


Y con esto nos detenemos por esta semana. Esperamos que el texto os haya resultado ameno y clarificador, así como reafirmado la importancia de los logopedas en el desarrollo de jóvenes y adultos. Si queréis información sobre los bonos y ofertas disponibles relacionados con nuestro servicio de logopedia, no dudéis en utilizar los canales habituales de contacto.

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