Nuestro atractivo no solo influye a la hora de ligar o encontrar pareja, sino que ejerce un gran efecto sobre todas las relaciones en las que interactuamos a lo largo del día, ya sea con amigos, compañeros de trabajo y especialmente desconocidos. Las personas atractivas consiguen que la gente quiera seguir relacionándose con ellas, lo que les permite moverse con más gente y les brinda mayores oportunidad a nivel social, relacional e incluso laboral. Con todo esto en mente, resulta evidente que cualquier mejora de nuestro atractivo repercutirá positivamente en nuestro bienestar diario, así que hoy os traemos 5 trucos para aumentar nuestro atractivo.
Imagino lo que muchos estáis pensando ahora mismo. "¿Cómo diablos voy a mejorar mi atractivo? ¿Significa eso que tengo que ponerme a dieta?". Para responder a esto antes debemos clarificar una cosa, y es a qué nos referimos cuando hablamos de "atractivo". ¿Ser atractivo significa lo mismo que ser guapo? No, para nada. Cuando decimos que una persona es "guapa" no estamos hablando de cómo nos hace sentir o qué pensamos de ella, sino que simplemente estamos valorando su constitución física. ¿Cuantas veces hemos oído la frase "Será todo lo guapo que quieras, pero cada vez que abre la boca sube el pan"? Que una persona sea guapa no asegura que queramos estar a su alrededor ni relacionarnos con ella. A su vez, ¿a cuantas personas conocemos que no llaman la atención a primera vista pero que una vez abre la boca se convierte en el alma de la fiesta? Eso es ser atractivo, despertar interés en los demás mediante nuestra forma de ser, haciendo que se sientan bien a nuestro lado.
El atractivo no depende de nuestro físico, sino de nuestra forma de ser y estar con los demás. Aceptando esto último, no creo que ninguno siga pensando que el atractivo no se puede mejorar a menos que uno decida ponerse a dieta y vaya al gimnasio. Por ende, aquí os dejamos 5 trucos para causar una impresión mucho más positiva en los demás.
1. Escuchar a los demás. Esto es básico. Cuando nos sentimos escuchados nos implicamos más emocionalmente con la otra persona, además de que también sentimos una mayor cercanía a ella. Escuchar al otro (y que nuestro interlocutor se sienta escuchado) es primordial para llevar a buen puerto cualquier conversación, ya no digamos para causar una buena impresión. Eso sí, escuchar de verdad, si solo fingimos se notará y tendremos un efecto rebote de manual.
2. Copiar sutilmente los gestos de nuestro interlocutor. En psicología existe una cosa llamada "el efecto camaleón", del cual hablaremos en mayor profundidad en un futuro texto. De momento, quedaos con la idea de que los seres humanos nos sentimos atraídos a personas que nos resultan familiares, y aquellos que se mueven y comportan de manera similar a nosotros nos causarán una mejor impresión que aquellos cuyo lenguaje corporal difiere del nuestro. Para aprovechar esto resulta recomendable imitar sutilmente la postura y gestos que haga la otra persona. Ahora bien, debemos tener mucho cuidado al hacer esto, pues si lo hacemos demasiado evidente parecerá que nos burlamos del otro y se ofenderá.
3. Cuidar nuestra apariencia. Es cierto que el aspecto físico no es sinónimo de atractivo, pero la primera impresión es la más importante. Si lo primero que la otra persona ve de nosotros es a alguien mal peinado, con la ropa sucia y a la que no le preocupa cómo luce no empezaremos precisamente con buen pie. Seamos realistas, si hacemos creer a los demás que no nos preocupamos por nuestra propia presencia creerán que tampoco nos importarán por los demás.
4. Ser uno mismo. Quizás creas que fingir ser quien no eres es una buena idea, pero para nada es así. No solo la mayoría de la gente es capaz de notar que algo va mal cuando se dirige a alguien que finge ser quien no es, sino que además en caso de que funcione será cuestión de tiempo que nos pillen. O peor, que nunca nos detecten y que tengamos que pasar el resto de nuestras vidas siendo quienes no somos.
5. Mostrar confianza en uno mismo. Pocas cosas atraen más a los demás que mostrar confianza en uno mismo, que nos noten cómodos en la situacion actual y que no nos importa admitir nuestros errores. Esto no significa contar a todo el mundo aquella vez que hicimos sentir a nuestros padres fatal porque rompimos la vajilla de nuestros abuelos, ojo. Se trata de pequeñas cosas, como que si cometemos un error durante la conversaeción admitirlo sin problemas e incluso bromear con ello, pues pocas cosas deletrean mejor "confianza" que ser capaces de dejar nuestras cagadas de lado y hacer chistes de ellas.
Y con esto lo dejamos por esta semana. Os aseguramos que si ponéis en práctica estos sencillos consejos vuestro atractivo mejorará significativamente.
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